domingo, 3 de diciembre de 2017

El Nacionalismo Argentino tiene que replantearse TODO


En las últimas elecciones legislativas 2017 solo participó de las mismas una fuerza nacionalista (Bandera Vecinal de Alejandro Biondini) y en solo dos distritos. Para 2019, algunas otras agrupaciones, por fin, se decidieron a tratar de participar de las elecciones. Este es el caso del P2R (Proyecto Segunda República de Adrián Salbuchi). Otras agrupaciones más pequeñas aún no han decidido que hacer, como por ejemplo el Movimiento 20 de Noviembre, que en 2017 apoyó al Frente Renovador de Serio Massa. De las otras decenas de minúsculas agrupaciones no tenemos noticias.

Los resultados de Bandera Vecinal en 2017 fueron malos, muy malos. Sabemos que para fuerzas nacionalistas el camino no es fácil, más aún cuando se embiste de frente al sistema y a sus esbirros. El periodismo es un claro enemigo. Pero en esta oportunidad, no hubo ni proscripción ni faltó presencia en los medios como para que la propuesta de Alejandro Biondini llegara a un número más grande gente. Y no llegó.

En ninguno de los dos distritos logró superar el corte de las PASO. En Capital Federal sólo se obtuvieron 4.102 votos (0,22%) y en provincia de Buenos Aires 28.448 votos (0,32%), Guarismos parecidos. ¿Quieren que les diga los números de la extrema izquierda? Mejor no.

Claramente el Nacionalismo no enamora. Y, como solemos decir, haciendo lo mismo no podemos esperar resultados diferentes. Yo comprendo el optimismo y entusiasmo de los camaradas de Bandera Vecinal, que luego de la derrota en las PASO pronosticaban un futuro victorioso, haciendo las mismas cosas. Tienen ganas e ímpetu. Pero los comprendo hasta ahí, porque no es real. No existen posibilidades que con las mismas figuras, ideas y financiamiento esto cambie para 2019. En absoluto.

El Nacionalismo tiene que replantarse todo. Entrar en una discusión interna seria, autocrítica y profunda. Discusión de ideas y no de hombres ni nombres. Y no solo Bandera Vecinal. Todo el espectro.

La discusión tiene que ser profunda, y para comenzar, les sugiero tres ideas.

  1. Hay que desperonizar al Nacionalismo. Si son peronistas, participen en las múltiples listas que este partido/movimiento/frente tiene. Y no hablen del peronismo de los ‘40 o de la traición de los ‘70 o de Isabel Perón como la última líder nacional. Son temas casi indefendibles y no sirve de nada, no aportan nada a los objetivos.

  1. Hay que desmalvinizar al Nacionalismo. Malvinas no puede ser el fin y el comienzo de todo. Tampoco es un diferencial. Muchas agrupaciones, entre ellas todas las peronistas, lo toman como propio. Hay que entender si Malvinas es una decisión de carácter personal para sentirse bien, combativo, de tener su propia guerra; o realmente es un objetivo primario del Estado que quieren construir (aporto, si no podemos con La Matanza o Chaco, ¿para que queremos Malvinas?). Además, si las quisiéramos, Perón las hubiera aceptado cuando los ingleses se las ofrecieron en los ‘70, ¿no? Ese mismo peronismo que “defendemos”.

  1. Hay que desmilitarizar al Nacionalismo. Basta de amigos que discuten eternamente temas militares. Dejen de jugar a la guerra. Para ellos también, el lugar en este caso sería enrolarse en las FF.AA o alguna fuerza de seguridad. Basta de andar camuflados en oficinas de microcentro.

Desde ahí comiencen la revisión. Sino, olvídenlo.

Hay que arrancar de cero. ¿Para que hacemos lo que hacemos? ¿Para conformar un movimiento político que lucha por el Poder, para crear un Centro de Estudios Revisionistas, un Centro de ex-combatientes de Malvinas o un club de nostálgicos de los años 30?
Bien, entiendo que un movimiento político para tomar el Poder.
¿Para qué queremos el Poder? ¿Para hacer qué? Y luego de definido esto, ¿cómo lo intentaremos hacer? ¿Cómo? ¿y con quienes?
¿Cual es la idea económica, política, cultural, educativa, de transformación digital, de relaciones exteriores, del rol del Estado?

Cuando tengamos esto definido, podemos empezar a pensar en cómo llegar al Poder.
Método de crecimiento gradual, alguna intendencia o lugar legislativo, empezar pequeño para ir creciendo, usar el financiamiento que el Estado le da a la actividad política, alianzas tácticas, nombre del partido, sectores a los cuales intentaremos seducir, inserción en medios estudiantiles o profesionales, etc.

Todo esto puede (o debiera) derivar en que el partido no se autodenominará nacionalista, no tendrá posturas ni organización militar, no hablará pestes del capitalismo ni enaborlará la idea de un socialismo-nacional que todos nombran y nadie puede definir con precisión. No le importará el peronismo actual ni su historia, ni tampoco lo que haga la burocracia de la CGT (salvo estar en contra). Tampoco hará revisionismo de la II Guerra Mundial ni tomará como propia la causa palestina. Menos se enfrascará en una lucha de unitarios versus federales.

Deberá presentar ideas concretas para los habitantes de este país. No hay otra alternativa. Hay que dejar de lado los MITOS que creemos solo los liberales y marxistas enarbolan. Nosotros también. Y muchos. Que el patrón trabajo, que la industrialización ahora tipo década del 40, que quiero exportar pero no importar, que somos importantes en el Mundo, vivir con lo nuestro, que se pueden dar derechos sin pensar en como financiarlos, que podemos tener una economía a contramano del Mundo, que industria sí campo no, que los FFCC los hizo el peronismo, que el aguinaldo es una conquista social, y un largo etc.


Tenemos que basarnos siempre en las ciencias duras, investigaciones serias, el mundo académico, estado del arte de la tecnología. Todo esto respaldará nuestro pensamiento, y si no lo respalda, hay que replantear el mismo.

Tampoco se puede fundar un movimiento en base a lo clerical, y si eso se desea, plantearlo expresamente. Discutirlo. El Nacionalismo NO tiene debate interno. Nunca lo tuvo.

Y obviamente, tenemos que conseguir otro tipo de gente, hay que conseguir gente capaz e inteligente aunque no sepa el blindaje del Panzer IV ni que grado viene luego de Sargento. Basta del mito que necesitamos militantes. El Mundo cambió, crezcamos. Necesitamos un grupo de gente inteligente, que piense como llegar al poder y, luego, que sepa que hacer con el mismo, tema casi más difícil que el anterior. Estamos en el siglo XXI. Pensemos eso.
La sociedad cambió profundamente.

Saben que no me gusta comparar realidades de otras latitudes, pero vayamos al caso alemán: Alternative für Deutschland.

Esta partido, nacido hace menos de 10 años, logró ubicar decenas de representantes al Bundestag en las últimas elecciones, desatando una tormenta política de la que Alemania, al escribir estas líneas, aún no ha salido ya que la canciller Merkel aún no logra formar gobierno.

Los antecedentes de AfD distan mucho de agrupaciones parecidas a las nuestras. Fue fundada por profesores, economistas, políticos, periodistas y empresarios. Su foco fue claro:



  1. Regreso al Marco alemán, supresión del Euro.
  2. Desburocratización de la Unión Europea.
  3. En contra de los rescates a países en problemas.
  4. Política contraria a la llegada de inmigrantes.

Con eso alcanzó, ahora es un partido no tan pequeño que puede llegar a poco o a mucho, dependiendo de sus dirigentes. No usan nombres que rememoren la década del 30 y 40, no se visten militarmente, no defienden causas perdidas.

En Argentina, la solución no necesariamente tendrá que salir de los dirigentes de siempre, de las banderas de siempre, de las agrupaciones de siempre.

Hay que hacer las cosas de manera diferente para conseguir resultados diferentes.

Y hay que empezar por el principio. Amplia discusión interna sin vacas sagradas.

lunes, 21 de agosto de 2017

Las PASO y la falta de seducción del Nacionalismo

Las PASO. Otro despilfarro.

Pasaron nuevamente las PASO. Analizadas con anterioridad hace años en este blog (http://incorreccion.blogspot.com.ar/2013/08/las-paso-otra-payasada.html) y recientemente en el brillante análisis de Denes Martos (http://denesmartos.blogspot.com.ar/2017/08/valio-la-pena.html), sigue quedando tela para cortar. El gobierno aparentemente está decidido a eliminar de alguna manera legal o paralegal este despropósito que son las PASO, ahorrando en principio unos buenos miles de millones de pesos de todos los contribuyentes, pero sin eliminar lo que las PASO camuflaban del sistema político argentino: la absoluta falta de democracia interna en los partidos políticos (valga la aclaración, si es que estos existen ya como tales) ni, por otro lado, cerrar todos los grifos del financiamiento de los partidos políticos por parte del Estado.

En el mundo ideal, ese que les enseñan a mis hijos en el colegio docentes criados bajo el influjo de la primavera democrática comenzada en 1983, la Democracia es el gobierno del pueblo porque todos participamos en sus decisiones porque elegimos a nuestros representantes, porque somos el Soberano. Si el docente aparte tuvo mayor influencia del marxismo cultural, puede devenir en que hay sistemas democráticos donde el pueblo realmente está en el Poder, como Cuba o la antigua URSS, por lo cual no hacen falta elecciones porque las decisiones las toma el Pueblo (vaya a saber de qué manera) todos los días. Tampoco hay huelgas por lo mismo…

Volviendo al tema de la sociedad democrática basada en partidos políticos, para que esto suceda, deberían existir partidos políticos que debieran cumplir con todas las regulaciones que el Estado les debiera exigir: personería jurídica, elección de autoridades por elecciones internas, padrón de afiliados en regla, presentación de balances y, finalmente, elección de candidatos a las elecciones nacionales / provinciales / municipales por elección de sus afiliados. Nada de esto existe en la Argentina de hoy.

  • Los partidos son meras fachadas jurídicas que sirven para que se presenten a elecciones “nombres de fantasía”, tales como Cambiemos, Vamos juntos, Frente para la Victoria y un largo etcétera.
  • No tienen vida orgánica y no tienen elecciones internas para la elección de candidatos (recuerden Cafiero versus Menem como una de las últimas internas).
  • Tienen financiamiento de su actividad por parte del Estado (tanto para las PASO como para cualquier elección). Todos les pagamos su actividad.
  • Los padrones de afiliados son claramente fraudulentos. Hay partidos que sacan menos votos que la cantidad de afiliados requerida para funcionar como tales.
  • Afiliados a cualquier partido político pueden votar en las PASO por candidatos de otro partido. Insólito.
  • Los candidatos, pueden darse el lujo de poder postularse en diferentes distritos según su conveniencia.


En definitiva, si uno analiza las PASO y el sistema de partidos de la Argentina, y lo compara con los postulados de la democracia que los mismos protagonistas declaman, entre la realidad y la ficción, nos separa un océano. Posiblemente el Pacífico.

Las PASO son una ficción jurídica para justificar la falta de vida democrática de los partidos políticos…..democráticos. Vaya paradoja.

El Nacionalismo y las PASO

Confieso que el análisis que sigue no es fácil para mí, ya que involucra a gente que respeto y estimo, y a otra gente que no conozco pero sé de su buena fe y, como yo hace una buena cantidad de años, pone su corazón en la política, con su tiempo y su dinero.

En Nacionalismo, de la mano de Bandera Vecinal, ha fracasado rotundamente. No pudo superar el piso del 1,5% de los votos que como bien explica Denes Martos: “Por de pronto, las PASO (en teoría) no están para que un partido le gane al otro. Están para dirimir las internas de los partidos cuando, dentro del mismo partido, hay varias listas que pretenden representarlo. Por supuesto que la teoría es una engañapichanga porque un montón de partidos presentan lista única y todo el sainete se convierte en una especie de gran encuesta nacional. Encuesta que sirve para medir fuerzas.  Pero sobre todo – y aquí está la trampa – sirve para filtrar y dejar fuera de carrera a todos los que no superen el 1.5% de los votos. Para dejarlo bien claro: los partidos que no superaron el 1.5% de votos en las PASO del 13 de Agosto no podrán participar de las elecciones de Octubre”.

El primer análisis le da la derecha a Bandera Vecinal en dos frentes, no menores:

  • Superó con lucha y tesón una proscripción de años.
  • Entendió que la lucha hay que darla dentro del mismo sistema que se pretende cambiar y/o modificar profundamente.


Pero lamentablemente la idea no llegó a la gente. Un puñado de votos en Capital Federal y unos 30.000 votos en Provincia de Buenos Aires, reiteran los mismos guarismos que esta agrupación, con otro nombre, logró años atrás. No se logra llegar a la gente. ¿Por qué?

Veamos primero algo paradójico. Algunas minúsculas agrupaciones nacionalistas llamaron a votar en blanco en las PASO, a pesar de la presencia de Bandera en dos distritos, francamente increíble si uno no conociera como se manejan ciertos personajes del ambiente. Muchos caciques y pocos indios, para decirlo en criollo. Y cada uno quiere ser EL Cacique. Este problema del nacionalismo es más viejo que yo.

Yendo directamente a la propuesta, parece que no alcanza con un llamamiento al Patriotismo, la causa de Malvinas y la promesa de expulsión del embajador británico. Se puede llegar a un grupo de personas con esa idea, pero no al número de personas que es necesario para tener cierta trascendencia política. Volvemos al tema del mensaje y los receptores. (http://incorreccion.blogspot.com.ar/2015/09/los-problemas-del-nacionalismo.html).

Si la base de la idea es Malvinas, nacionalizar la Banca y el Comercio Exterior, apoyar a la CGT, emprender una industrialización de los años 40, estatizar los servicios públicos, reivindicar las figuras de Perón y Evita y atacar en todo al gobierno de Macri, para el votante no comprometido, vale más su voto si vota a CFK que a Biondini. ¿Se entiende?

¿Cuál es la diferenciación? ¿Cuál es la propuesta superadora? ¿Es posible presentarla cuando uno está tan lejos del poder, sin una banca en ningún lado, sin ningún intendente, ni gobernador? Es muy difícil. Comparto la teoría de Denes Martos de buscar algún objetivo alcanzable a mediano plazo y desde allí crecer. La izquierda extrema supera el millón de votos. Tiene gran presencia gremial y estudiantil, los periodistas, sin ser de izquierda, abonan sus teorías. Y tienen gente “medianamente” preparada para poder discutir en todos los niveles. Cuentan sí, como dijimos, con la complicidad de la “opinión pública”, de que todo lo que sea nacionalismo o derecha es mala palabra, y todo lo que sea izquierda o comunismo es cool.
(ver https://s3-eu-west-1.amazonaws.com/alaindebenoist/pdf/comunismo_y_nazismo.pdf)

Pero no por eso vamos a ponernos a llorar ante la realidad. Algo tenemos que hacer.

Se debe conformar una agrupación que se puede llamar como se quiera, pero debe ser una Derecha Nacional. Menos dogmática, más amplia, más informada de lo que sucede en el mundo en todos los campos. Más moderna. Con datos duros del pasado y del presente. Totalmente disociada del peronismo, no de los peronistas que la quieran integrar.

Es difícil, pero no hay otro camino.





sábado, 4 de febrero de 2017

Libertad de Expresión en Peligro en Argentina

Toda la serie de pavadas que hemos escuchado en los medios a raíz de las declaraciones (opiniones) de Juan José Gómez Centurión a propósito de hechos históricos, no sorprenden ni asombran dada la estatura moral e intelectual de quienes las expresaron (baja estatura, que se entienda). Y quieren que les diga la verdad, que digan lo que quieran, no me preocupa. Más allá que a Gómez Centurión se lo castiga por tener los huevos de dar su opinión. Y decir algo cercano a la verdad.

Lo realmente preocupante es que se pretenda invalidar la opinión de alguien sobre hechos históricos que pareciera no pueden ser cuestionados.

Grave es también que el tibio presidente Macri no salga en defensa de Gómez Centurión, no en defensa de lo que dijo (seguramente Durán Barba no lo dejaría) sino en defensa de la Libertad de Expresión (no digo Libertad de Prensa porque es algo muy diferente).

La presencia de Victoria Villarruel y Aldo Rico en el programa Intratables de América TV no dejan duda de eso. Hay un relato histórico que no se puede cuestionar sin el riesgo que los monjes que custodian dicho mito (y los idiotas útiles que los secundan) los ataquen. 


Victoria es la presidente de Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas. Luego de expresar claramente su opinión y dejar mudos y sin palabras al panel de dicho programa, dada la precisión, contundencia y fundamentos de sus dichos, tuvo que tolerar que algunos mediocres periodistas que pululan en los medios como Gustavo Grabia, María Julia Olivan y especialmente Paulo Vilouta la cuestionaran porque Victoria no emitía una opinión sobre el dolor de los familiares de los desaparecidos. ¿le preguntan los mismos estos pusilánimes a las señoras Hebe y Estela cuando concurren a su programa?. Obviamente que no, porque adhieren a un relato y en caso que lo quisieran hacer, no lo hacen porque son unos cobardes.

En el programa subsiguiente, al cual volvieron a invitar a Victoria Villarruel y por primera vez a Aldo Rico, llevaron a la diputada Victoria Donda, que basa su carrera política en la desgracia que tuvo y no en sus dotes ni políticas, ni intelectuales ni humanas. Pobre Vicky Donda que estas apariciones no hacen más que agrandar ni exponer sus carencias. Incluso las humanas, cuando minimizó la desgracia de una persona presente en el estudio al cual la subversión de los '70 le mató a un hijo de 3 años. Esta persona le pidió que como diputada presentara una ley para reparar estas injusticias, ante lo cual Victoria clavó su mirada en su celular.

La cátedra que les dio Aldo Rico en varios temas que el triste panel desconocía en su totalidad (pero igual se atrevían a opinar) fue antológica. Ni un ataque quedó sin respuestas ni explicación, ídem con Victoria Villarruel. No sorprendió la ausencia del ex terrorista del ERP Eduardo Anguita en ambos programa. Poco tiene para decir.

Pero volvamos al tema central. la Policía del Pensamiento Único sigue en acción y no se detendrá hasta que ninguno de nosotros pueda emitir una opinión diferente a la del relato oficial, O hasta que nosotros se lo impidamos.


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